Sólo la muerte los rescata
Saben que en el olvido
crece el socavón más peligroso
“Yo te lo dije Juan
es bueno tener miedo”
Quemados
Asfixiados
Sepultados bajo toneladas de negrura
los mineros de Río Turbio
vuelven a la superficie
“Mirá por donde vas
movete con cuidado”
Con las manos curtidas
y las caras tiznadas
emergen de la tierra
cargando con sus penas
sus terrores
“Yo te lo dije Negro
no confiés en tu suerte
cavar tan cerca del infierno
debe tener su precio”
Ante ese desfile de espectros con linterna
las viudas no lloran
los niños no esperan
Ante su paso firme y sus canciones
El empresario ruin
El político infame
El dirigente cómplice
Como brasitas que arden
se pierden por el aire.
Nota: este poema fue publicado en el libro Hay que besarse más (Ediciones En Danza 2005). Hacía mucho que no posteaba un poema. Lo hago para celebrar que los 33 mineros chilenos encontraron una salida y también como denuncia a las pésimas condiciones en las que trabajan los mineros en toda América Latina. De paso aprovecho para contarles que la editorial que comanda Javier Cófreces (En Danza) publicará una antología de mis poemas.